Podemos abrir el bizcocho con una lira o cuchillo grande para poner el relleno. Pero como se trata de hacer una tarta sencilla, si no sois muy habilidosos en este punto o bien no queréis arriesgaros, otra opción más segura es hacer dos planchas de bizcocho y superponerlas. Este bizcocho no es muy grueso y además es súper esponjoso, con lo que la tarta seguiría siendo un éxito.