Si el elemento más importante de nuestra Thermomix son las cuchillas, lo siguiente podría ser el vaso, hoy os enseñamos algunos consejos para su limpieza.
Eliminar lo más gordo:
Siempre que utilicemos nuestra Thermomix para recetas que lleven alimentos «pegajosos» como aceite, vino, azúcar, harina con agua… debemos seguir un sencillo ritual. Quitar los restos más contundentes y llenar con un litro de agua. Añadir una gota o dos de lavavajillas (no más) y programar 5 minutos a velocidad 7 y 37 grados de temperatura. Tras esto, nuestras cuchillas y vaso quedarán bastante limpios aunque posteriormente podemos limpiar más a fondo con un estropajo de aluminio, tranquilos, no se rallará.
Si no podemos limpiar en el momento:
El anterior consejo servirá perfectamente en el caso de que no podáis limpiar en ese mismo momento la Thermomix, si lo hacéis, conseguiréis que no se sequen los restos en las paredes y luego es mucho más fácil de limpiar.
Eliminar olores fuertes:
Si hacemos algo que tenga un olor fuerte como por ejemplo salsa mojo picón, salmorejo… Echar 3/4 de litro de agua en el vaso y el zumo de medio limón. Programar 2 minutos a temperatura 70º y velocidad 6 y en los últimos 20 segundos ir subiendo la velocidad progresivamente hasta el 10. Limpiar con normalidad.
Limpiar tras haber amasado:
Limpiar la Thermomix tras haber amasado es una de las tareas más tediosas por la textura pegajosa de los restos. Para acabar con ello nada mejor que, una vez retirada la masa del vaso, añadir un poco de harina, como un par de cucharadas soperas, sobre las cuchillas. Cerrar la tapa y dar 3 golpes de turbo. Ahora es más fácil limpiar los restos ya que la harina extra se ha mezclado con la masa y la ha hecho más sólida y menos pegajosa.
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