La pizza tiene su origen en Nápoles, Italia. En un principio se utilizaba para saber si la temperatura de los hornos de leña era la adecuada y se vendía en la calle, actualmente encontramos restaurantes dedicados exclusivamente a su elaboración.
Es una receta muy fácil de hacer y, además, admite muchas opciones de acompañamiento, desde la típica con tomate y queso a cualquiera que se nos ocurra.
Para 600g:
INGREDIENTES
200g de agua.
50g de aceite de oliva.
25g de levadura fresca prensada.
400g de harina de fuerza.
1 cucharada, tipo café, de sal.
PREPARACIÓN
Poner en el vaso el agua y el aceite, programar 40 segundos, 37 grados, velocidad 1.
Añadir la levadura y volver a programar 10 segundos, velocidad 4.
Por último, incorporar la harina y la sal y amasar programando 1 minuto, vaso cerrado, velocidad Espiga.
Retirar la masa del vaso e introducir en un recipiente cerrado para dejarla reposar durante unos 20 minutos, aproximadamente hasta su volumen sea el doble. Mientras tanto, precalentar el horno a 200 grados.
Una vez ha reposado, extender la masa en una bandeja de horno engrasada con aceite, poner los ingredientes deseados y meter en el horno durante unos 20-25 minutos.
Deja una respuesta