MAGDALENAS DE CHOCOLATE Y CAFÉ
Aunque ciertamente son magdalenas de chocolate y café, he de advertiros de que el café ni se nota, por lo que son aptas para personas poco cafeteras como yo. La idea del café es para potenciar el propio sabor del chocolate.
Como veréis, la cantidad de azúcar no es muy elevada, por lo que también he de decir que no resultan en absoluto empalagosas, es más, los más golosos seguro que las disfrutáis con algo más de azúcar. Por este motivo, son también ideales como base para hacer cupcakes acompañados de fondant o cubiertos con buttercream.
Hasta ahora, son las magdalenas más esponjosas que he comido nunca. Si no tenéis moldes para hacerlas, podéis hacer un bizcocho siguiendo los mismos pasos con otro tipo de molde.
Si las hacéis para desayunar, repetiréis para merendar… si llegan.
- 160g de harina.
- 60g de cacao en polvo sin azúcar.
- 2 cucharaditas de postre de bicarbonato.
- 1 cucharadita de postre de levadura en polvo.
- ½ cucharadita de postre de sal.
- 260g de azúcar.
- 200g de leche.
- 1 cucharadita de postre de zumo de limón.
- 130g de café ya hecho.
- 65g de aceite de girasol.
- 1 huevo.
- 1 cucharada sopera de vainilla.
- Precalentar el horno a 180º.
- Echar en el vaso la leche y el limón y esperar unos 10 minutos. Posteriormente mezclar durante 10 segundos a velocidad 1.
- Añadir el huevo, el café, el aceite y la vainilla y mezclar de nuevo 10 segundos a velocidad 3.
- Agregar la harina, la levadura, el azúcar, el bicarbonato, la sal y el cacao y volver a mezclar durante 1 minuto a velocidad 3.
- Rellenar las cápsulas de silicona un máximo de ⅔ de su capacidad.
- Hornear durante 20 minutos.
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